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clínica hoy, Daniel Schoffer, Elina Wechsler, Freud, Maximo recalcati, psicoanálisis
Cosa resta del padre? La paternità nell’epoca ipermoderna, Massimo Recalcati (2011) 189 pp
Elina Wechsle y Daniel Schoffer, La metáfora milenaria, Biblioteca nueva, (2001). 167 pp
Elina Wechsler, Arrebatos femeninos, obsesiones masculinas. Clínica psicoanalítica hoy (2008), Letras vivas
Elina Wechsler, Psiconanálisis en la tragedia: de las tragedias neuróticas al drama universal. Biblioteca nueva
Y ya es 3 de noviembre. Llevo meses dando vueltas a varios libros de psicoanálisis pero con lecturas poco sistemáticas.
Empiezo por el más viejo, es decir, lleva reposando en mi biblioteca lo menos 6 años. Un regalo de mi psicoanalista que vino con otro. El ‘otro’ lo leí al toque y lo he vuelto a leer tres o cuatro veces, encontrando en cada lectura una nueva interpretación, porque, si una pregunta sigue ahí, dando vida a mi vida es la pregunta sobre ¿Qué es ser una mujer? Pregunta que después de mucho diván resulta que estructuraba todas las demás preguntas, y que a seis años de haber dejado esa etapa analítica, vuelve y vuelve, pero ya con más herramientas y toda una construcción personal e intersubjetiva que no cesa de crecer creativamente.
El libro en cuestión era “Psicoanálisis en la tragedia. De las tragedias neuróticas al drama universal”, de 2001. Recorría allí la figura de Fedra y Antígona, (cito de memoria), pasando por contraste con un sugerentísimo análisis de Hamlet y Edipo, referencias ya universales sobre las que se construye uno a uno cada uno o una. Junto a este libro vino el que quedó juntando polvo “La metáfora milenaria. Una lectura psiconalítica de la Biblia” (2008). Por mi aversión a temas religiosos, nunca le presté atención, es más, lo evité. Y resulta que en mi último viaje a Madrid pasé por la consulta de nuevo y antes de irme me cayeron más regalitos que ahora estoy disfrutando muchísimo, y cuando me estaba preguntando qué libros tenía y cuáles no….le dije ‘el de la metáfora lo tengo…pero la verdad no lo leí nunca…”. Ella me miró…. yo en su momento lo interpreté como un reproche, pero ahora que lo he leído DOS VECES SEGUIDAS!, entiendo que iba de otra cosa la mirada.
Y si, hay textos que no permiten una lectura. La primera es puro reconocimiento del terreno, la segunda aprovechamiento y al tomar notas, reflexión.
La verdad de la cuestión es que entre los nuevos regalos bibliográficos había uno que desde la primera página me resultó muy complicado. Tuve oportunidad de hablarlo con ella y me dijo que efectivamente, era para especialistas. Y señalada la dificultad ahí puse yo mi objetivo.
Al volver a casa revisé todo lo que tenía a mano, leído o no sobre el tema y volví sobre ello, para abonar el campo. Y allí apareció “La metáfora…” y luego seguí con el difícil y luego con otro y así la cadena está que arde!